Marlon y sus Amigos: 06/14/12

Los Niños, luego jóvenes...y sus tareas escolares

Los niños deben ir desarrollando una actitud que los ayude a ir tomando conciencia de la importancia que tiene el deber de educarse y aprender. El desarrollo de esta actitud debe comenzar en el hogar y debe ser fortalecida una vez el niño ingresa en el colegio. Ese es un compromiso que el maestro debe asumir para llevar al niño la motivación necesaria que le permita ver la importancia y el sentido del deber que tiene el colegio y el aprendizaje para él.

El profesor debe de ir motivando al estudiante para que sobre base firme vaya construyendo un desarrollo pleno de su personalidad. Ese sentido del deber debe ser fomentado en el niño desde el hogar y debe ser fortalecido cuando éste ingresa en el colegio. Ahora bien, cómo se fomenta y se consolidad el sentido del deber y una actitud correcta en el niño?

Lo primero que debemos hacer los adultos ante la actitud del niño es asumir una actitud comprensiva hacia las actitudes que el niño pone en práctica para su aprendizaje.

Siempre que se refiera a la instrucción y educación del niño, en el colegio, el profesor debe hablar siempre con respeto y aprobación de lo que éste hace dentro de las aulas escolares. El profesor siempre deberá procurar que las tareas sean amenas para lograr despertar el interés del niño en las mismas.

El profesor no sólo debe asignar las tareas para el hogar sino también motivar al niño y hacerle ver la importancia que tienen las tareas para su crecimiento como persona. Debe, además, ayudarle a desarrollar un plan que le permita trabajar sus tareas, fijando un período de tiempo determinado para la realización de las mismas. El plan de estudio le permite al niño establecer qué tiempo dedicará a sus tareas y qué tiempo dedicará al ocio y a la diversión.

En cuanto a las tareas del niño, es de mucha importancia que los padres muestren interés en lo que el profesor le pide a su hijo, como tarea, para ir fortaleciendo y consolidando sus conocimientos. Cuando el adulto esta pendiente de las tareas que el profesor asigna a su hijo para ser realizada en el hogar, esa actitud hace consciente al alumno de la importancia que el padre confiere al colegio y al maestro. Cuando los padres confieren respeto e importancia al trabajo del maestro a los alumnos no le queda otro camino que cumplir con las tareas asignadas.

Con relación a las tareas que realizan los niños en sus hogares es importante que el tipo de ayuda que prestan los padres sea positiva y no negativa. Cuando el padre, por ejemplo, resuelve el problema que el niño debe resolver esa es una ayuda negativa, porque no le permite al niño ejercitar su intelecto y su creatividad. Otros casos es cuando los padres, además de que leen y escriben las preguntas formuladas en las tareas de sus hijos, también escriben las respuestas, esto no ayuda en nada al desarrollo de los conocimientos del niño.

Es necesario que los padres ayuden al niño en lo que necesita para realizar sus tareas. El padre no sólo debe interesarse en las tareas de su hijo, sino que debe también supervisarla. Sin embargo los padres no deben menoscabar la independencia ni la responsabilidad del niño haciendo el trabajo que el niño debe realizar. Por ejemplo, si en la tarea de matemáticas la hija hace una pregunta. Por ejemplo, ¿cuánto son 6x5? Treinta, responde la madre. En esos casos los padres piensan que han ayudado al niño, y no es así. Muchas veces en las tareas de lenguaje asignadas al alumno para hacerlas en el hogar los padres leen las preguntas y también escriben las respuestas. En estos casos la “ayuda” de los padres es negativa, ya que al niño debe dejársele que lea y escriba sus tareas y cuando éste pronuncie mal o escriba con faltas de ortografía en algunas palabras la función del padre, en esos casos, debe ser de supervisión para ayudar a corregir las fallas que el niño cometa en las tareas asignadas.

Si el niño debe mantener una actitud seria y responsable hacia su educación, también debe estar seguro y consciente de que sus padres respetan a su colegio y a su maestro. No podemos esperar que los niños tengan respeto por su colegio y por la autoridad de su maestro si en la familia ese respeto no existe.

El desarrollo de la personalidad del niño en el Colegio consiste no sólo en la ampliación de sus conocimientos, esto implica también el desarrollo del pensamiento y de los procesos mentales, implica, además la formación de una actitud consciente y responsable hacia sus deberes y su educación. Cuando el padre se sienta con su hijo a supervisar sus tareas en el hogar, debe estar consciente que el aprendizaje del niño en el Colegio le ofrece la posibilidad de satisfacer los deseos que ya se despiertan en él. Esos deseos de tener un nuevo rango, como alumno, dentro de la vida social y educativa, el padre debe estar consciente de esa realidad, por que así esta en mejores condiciones de desarrollar una actitud correcta en la vida futura del niño.

Cuando en el seno familiar se esta consciente de la importancia que tienen los deberes y la disciplina en la vida del alumno, ello es una condición para garantizar unas características de la personalidad que le serán muy provechosas para la formación de una voluntad correcta en la actitud que el niño irá asumiendo ante la familia, la sociedad y la vida.

El autor es Sociólogo, Abogado y Escritor. Estos temas son publicados del libro: “Estado y Sociedad” de su autoría.

Los Valores Morales

Como ya lo mencionamos son aquellos valores que perfeccionan al hombre en lo más íntimamente humano, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona.

Los valores morales surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia, y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabildad, etc.

Para que se dé esta transmisión de valores son de vital importancia la calidad de las relaciones con las personas significativas en su vida, sus padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es además indispensable el modelo y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Además es de suma importancia la comunicación de la familia. Cuando el niño ha alcanzado la edad escolar se hará participe de esta comunicación abierta, en la toma de decisiones y en aportaciones sobre asuntos familiares.

Posteriormente estos valores morales adquiridos en el seno de la familia ayudarán a insertarnos eficaz y fecundamente en la vida social. De este modo la familia contribuye a lanzar personas valiosas para el bien de la sociedad.

Recordemos que una persona valiosa, es una persona que posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces, lo que valen sus valores y la manera en como los vive.

Ya en el ámbito social, la persona valiosa buscará ir más allá de "mi libertad", "mi comodidad o bienestar" y se traducirán estos valores ensolidaridad, honestidad, libertad de otros, paz, etc.

La libertad: La libertad parece ser el bien más preciado que posee el hombre. Libertad de conciencia, para alcanzar una vida coherente y equilibrada desde el interior, libertad de expresión, para poder difundir nuestras ideas y promover el debate y la discusión abierta, libertad de reunión como garantía para asociarme con aquellos que comparten ideales y trabajar por los mismos, libertad para elegir responsable y pacíficamente a nuestros gobernantes.

La solidaridad: Surge cuando mi libertad, mi desarrollo y mi bienestar ya no son compatibles con las necesidades y desgracias de los demás. Ya no nos limitamos a compartir en el seno familiar, sino con los demás.

A escala internacional supone que nuestro país debe ser solidario con los países más necesitados del planeta, compartir no sólo en el ámbito económico, también en el educativo y cultural.

Compartir el conocimiento para combatir el analfabetismo y la incultura, para reducir enfermedades y epidemias, por ejemplo.

La paz: Es quizás prioridad esencial de nuestro mundo, un mundo que ha sufrido dos grandes guerras, con consecuencias devastadoras para los pueblos y las personas, un mundo que todavía se enfrenta a un sinnúmero de conflictos locales y regionales.

Una persona con altos valores morales promoverá el respeto al hombre, la cooperación y comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común

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